miércoles, 12 de agosto de 2009

¿Un té? - Sí, por favor



Sin duda una de las circunstancias que más extrañó a mis nuevos amigos es que de forma insistente, estricta e invariable les solicitase todos los días a las 5 de la tarde un té con pastas.

Este misterio que tanto les traía de cabeza fue resuelto en nuestra primera visita al veterinario. Éste, tras revisar mi fina línea y mi elevado grado de elegancia y distinción, concluyó que yo tenía marcados rasgos de galgo inglés...of course my friend!

Así que emplazo a todos mis colegas cánidos, británicos o no, a tomarse conmigo una agradable taza de té. Recordad, a las 5 de la tarde, ni un minuto antes ni un minuto después.

Continuará

1 comentario: